El Parque Nacional Llullaillaco, en la Región de Antofagasta, no solo es un refugio para mamíferos de altura, sino también para una gran diversidad de aves adaptadas a condiciones extremas. Sus cielos claros, vegas y quebradas ofrecen oportunidades únicas para el avistamiento de fauna silvestre en el altiplano chileno.
Especies emblemáticas
Entre las aves más representativas que habitan el parque se encuentran:
- Suri (Pterocnemia pennata tarapacensis): un ave corredora de gran tamaño, característica del altiplano, que se desplaza por vegas y planicies altoandinas.
- Perdiz de la puna (Tinamotis pentlandii): ave terrestre que se camufla entre las piedras y pastizales, especialmente activa durante la mañana.
- Parina grande (Phoenicoparrus andinus) y flamenco chileno (Phoenicopterus chilensis): estas especies se pueden observar en lagunas y humedales cercanos a salares, donde se alimentan y anidan.
- Piuquén (Chloephaga melanoptera): un pato andino que habita en vegas húmedas y cursos de agua, formando parejas o pequeños grupos.
Consejos para el avistamiento
Observar aves en el Llullaillaco requiere paciencia y respeto por su hábitat:
- Mantener distancia y no interferir en zonas de anidación.
- Evitar ruidos y movimientos bruscos.
- Usar binoculares o cámaras con zoom para disfrutar de la fauna sin perturbarla.
- Caminar por senderos habilitados y respetar las indicaciones de CONAF.
Un ecosistema de altura
El Parque Nacional Llullaillaco combina paisajes volcánicos, salares y vegas altoandinas, creando un ambiente ideal para aves adaptadas a la altura y al frío extremo. Los cielos despejados permiten contemplarlas en vuelo y en reposo, mientras el visitante descubre un entorno único y remoto, donde la naturaleza se mantiene casi intacta.
Recorrer este parque y observar su avifauna es una experiencia que une aventura, aprendizaje y conexión con la biodiversidad del altiplano chileno, ofreciendo una perspectiva completa de la riqueza natural de la región.